Mi prioridad #1 ahora es sentirme bien.
¿Por qué? Porque cuando estoy entusiasmada, cosas entusiasmantes aparecen. Cuando soy simpática, la gente me responde con simpatía. Cuando estoy inspirado, personas en sintonía con esa inspiración entran en mi órbita…
Esa alegría abisal es estable y profunda como el océano. Sale de adentro y no se altera con las interrupciones que vienen de afuera.
Elijo sentirme bien porque sé que el resto del mundo es irrelevante a mi felicidad.
“Sí, pero para algunos es más fácil que para otros…” No. Todos tenemos pensamientos negativos y todos podemos elegir hábitos y pensamientos para contrarrestarlos.
Tu alegría también está adentro tuyo y podés conectarte con ella ahora.
No necesitás de nada ni de nadie más.
¿Cómo hago para sentirme bien?
Armá un ritual matutino.
Contruí una rutina apenas empieza el día que priorice sentirse bien.
No podemos controlar qué va a pasar el resto del día, pero sí como reaccionamos. Un ritual matutino te ayuda a preparar tu estado emocional el resto del día.
- Empezá bien el día: dar las gracias con una amiga
- Lo que hacemos y repetimos: el poder de la rutina
- 3 ideas para empezar bien la mañana
Da las gracias.
Donde hay gratitud, no hay ni miedo ni envidia ni tristeza.
Hacé cosas que te hagan sentir bien.
¿Qué es lo que sin falta te mejora el humor? PRIORIZALO. Puede ser escuchar videos o audiobooks inspiradores, poner música, hacer ejercicio, tomar aire fresco, leer, ducharse con agua helada, vestirse con estilo propio, ir al psicólogo…
Pensá en cosas que te hagan sentir bien.
Si estás atrapada en clase o en el trabajo y no podés hacerlas, pensalas. Repasá mentalmente todas las personas, actividades y situaciones que te hacen sentir bien.
Dejá que las preguntas te guíen – pero preguntas útiles.
Las podés decir en voz alta o solo pensarlas.
- ¿Qué es lo que más me gusta de esta situación? ¿De mí misma? ¿De esta persona?
- ¿En qué momento me sentí muy inspirada?
- ¿Cómo puedo hacer para hacer que esta situación sea mejor/más divertida/diferente?
- ¿Cuándo fue la última vez que me reí mucho?
- ¿Qué puedo decir que sea constructivo?
- ¿Qué puedo hacer ahora para que después al final del día me sienta satisfecho?
Hacé un esfuerzo.
Buscar entrar en un estado de alegría es un proceso activo. Por más simple que parezca, tenés que poner de tu parte. ¡No sirve solo leer estas palabras si después no las aplicás!
¿Cómo lo convierto en un hábito?
Es fácil sentirse bien cuando nos dicen un cumplido o cuando las cosas salen mejor de lo que imaginábamos. Pero depender de situaciones externas no es una buena idea.
Vos tenés las herramientas para sentirte bien acá y ahora. ¡Usalas!
Si priorizás sentirte bien y si practicás estas técnicas —o las que te funcionen— entonces se van a convertir en hábito.
¿Por qué es una prioridad sentirse bien?
Porque creo que sentirse bien es el origen de todo lo demás.
Cuando te sentís bien —con vos mismo, con el resto—, pasan cosas. Pasan cosas buenas.
Lo único que tenés que resolver es esto: ¿cómo me siento y qué puedo hacer para sentirme mejor?
Es también el mejor regalo que le podés dar a los demás. Cuando te sentís bien y tenés energía, eso se contagia (de la misma forma que la negatividad se contagia).
Suena demasiado simple y lo es.
Al principio cuesta aceptarlo porque significa que cuando estamos enojados o tristes es el resultado de nuestras decisiones.
Pero no te quedes con mis palabras. Probalo.
Probalo, probalo, probalo.
Si tenés al menos un gramo de curiosidad, probalo. Ahora. Ya. Tomate dos minutos y usá alguna de las estrategias de arriba para sentirte mejor.
¿Lo sentís? ¿Te sentís mejor?
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