Mi mamá es la artista de mi vida.
En esta foto, se la ve un día de viaje, en donde se pone a tocar y a abrir puertas que no lo son, o no a primera vista. Si lo puede imaginar, lo puede hacer real.
Cada otoño, nos llevaba a pasear a mis hermanas y a mí en el auto por el barrio de casa para mostrarnos su árbol preferido de la estación, el más colorido. Era uno diferente cada año. Se pasaba semanas en explorar y ver todas las opciones antes de elegir.
¡Qué vergüenza era para mí cuando era pendex! ¡Mi mamá y sus cosas raras!
Pero ahora me río cuando me acuerdo de esta y tantas otras cosas. Agradezco TANTO haber crecido con ella, que miraba todo con ojos vírgenes para después mostrarnos sus descubrimientos.
Eso es lo que hace un artista: ve lo que otros no ven, y nos lo comparte.
Deja un comentario