Este es solo un caso más en que la realidad supera la ficción. Cerca de mi casa en Buenos Aires, cuando fui a visitar hace unos meses, me encontré de frente al siguiente panorama:
En una esquina, un café que se llama La Buena Vida.
En la esquina de enfrente, un cementerio.
Los separa solo una calle.
Deja un comentario