Estamos en un periodo de transición y las reglas cambiaron:
Ya no sirve trabajar toda la vida en un mismo lugar. Tampoco elegir una carrera únicamente porque “es lo más seguro”.
En el mundo de hoy—cambiante, incierto—, tener un espacio donde comuniques tu forma de ver es una tremenda ventaja y oportunidad.
Internet puede ser una herramienta muy potente para ayudarte a crear la vida que quieres. ¡Úsala a tu favor!
Compartir lo que haces es una herramienta increíblemente poderosa.
Tener un espacio online en donde compartes:
- Tu forma de ver…
- Tu arte (o lo que haces)…
- Tu proceso: lo que estás explorando, investigando, aprendiendo yprobando…
- Lo que te inspira…
- Lo que te importa…
- Lo que te conmueve…
Me ayuda imaginar Internet como la ley de atracción encarnada:
Comparte lo que te gusta, tus exploraciones, tus intereses… y fíjate como te devuelve cosas alineadas:
Personas. Oportunidades. Propuestas.
Por esto, me quedé de piedra ayer:
Pregunté en mi instagram cuántas personas compartían lo que hacían de forma online…
y más del 50% respondió que no.
Más de la mitad.
Me quedé dura.
Y te cuento porqué:
Porque si te interesa mi trabajo y te atrae lo que hago, es porque te interesan los mismos temas que a mí. Muy probablemente:
- Buscas inventarte tu propia carrera
- Quieres aprovechar tus talentos y tu creatividad y
- Valoras mucho la libertad.
¿Qué pasa entonces que +50% tiene esta oportunidad a su alcance y no la aprovecha?
Cuando indagué más en el tema, la “inseguridad” salió como un motivo importante.
Here’s the thing:
La inseguridad va a estar.
La pregunta es: ¿cómo podrías gestionar la inseguridad para que no te frene?
Si te da vergüenza, trabájala a tu favor.
Recuerda que puedes compartir de la forma que quieras.
Si tienes inseguridad, estas son algunas ideas para empezar:
- ¿Y si no lleva tu nombre?
- ¿Y si no aparece tu cara?
- ¿Y si no es en instagram? ¿Y si es en otra plataforma? ¿Tal vez tu propio sitio web?
- ¿Y si no le cuentas a las personas que conoces?
Quiero animarte a que lo hagas: a que compartas.
Aunque sea muy lento y muy de a poco.
No tiene que ser ya. Ve de a poco si eso te genera más confianza.
Tú te inventas las reglas.
Durante décadas nos dijeron que salirnos del molde era peligroso.
Bueno.
El tablero se dio vuelta.
Plantarnos, mostrar lo que pensamos y contar nuestra propia historia —única e irreversiblemente nuestra— es lo mejor (y lo más inteligente) que podemos hacer.
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